Sobre este blog y su anotadora

    Supongo que lo que me dispongo a contar brevemente aquí no es nada que resulte muy novedoso o desacostumbrado. Como para muchas personas que se embarcan en una aventura similar en Internet, la idea de crear este blog nace a partir de la necesidad de disponer de un espacio propio en el que almacenar y coleccionar todo lo que pasa por mi mente. En este caso particular, más bien, todo lo que se queda en ella.

    Este es un espacio literario muy personal, o al menos pretendo que en ello se convierta. Ni siquiera en eso parte este blog de una idea original o rompedora. No, este es solamente un blog más, uno más de los cientos de miles ya existentes en la red.

    La originalidad de este sitio, entonces, si la tiene, podría estar en su contenido, por obvio o manido que suene. Textos literarios breves, líricos, quizás algo de prosas poéticas. O algo así. Tal vez incluso narrativa, si las Musas no son demasiado esquivas conmigo, aunque el tiempo, las experiencias y los cambios venidos a mi vida me han acabado convirtiendo en más lírica que narradora. Pero, sobre todo, cartas. A personajes mitológicos, a mis propios deseos. Cartas. Todo eso que me callo, normalmente, en cualquier conversación cotidiana.

    Que este blog, con todo, sea un motivo más para extraer de mí todo ello y plasmarlo. Que sea el espacio de la inmediatez, el de escribir, anotar, tal y como las cosas se me ocurran, tal y como vengan a mí. Es este un pequeño experimento, un ejercicio literario y personal, que no sé muy bien cómo saldrá. Ni siquiera sé con qué frecuencia me permitirán anotar cosas aquí los avatares de la vida universitaria. 

    Pero aquí estoy. Y, con todo, ya he abierto esta pequeña ventana.

    En cuanto a mí, supongo que lo más inmediato que puedo decir es que tengo muchas cosas guardadas por expresar. Soy estudiante de doctorado, y también profesora universitaria en ciernes. Mis días transcurren entre tragedias griegas, en parte en la ficción y en parte en el mundo real, y otros textos grecolatinos, que constituyen mi ámbito de trabajo. Adoro esas obras trágicas clásicas y el modo que parecen ser un espejo en el que podemos mirarnos hoy. Supongo que al final soy un poquito drama queen.

    Para el propósito de este blog, también, basta decir que soy un poco, lorquianamente, muchacha acariciada por el fuego. De un tiempo a esta parte he tomado la costumbre de escribir a medias por placer y a medias por necesidad, para sacarme cosas de dentro. Con el paso del tiempo, y con las circunstancias y cambios que se han ido sucediendo en mi vida en años recientes, he acabado por volverme muy introspectiva. Escribo, anoto y esbozo pensamientos para describirme, para ponerme nombre, para tratar de explicarme y entenderme a mí misma. Y últimamente me ha dado por hacerlo a mano, usando bolígrafos de tinta líquida o gel, sobre papeles reciclados de cuartilla prendidos en una tablilla con un clip.

    Este blog, en fin, es un poco de todo eso. Introspección, doctorado, tragedia, universidad, cultura grecolatina, teatro, lirismo, certezas, dudas, anhelos.

    Bienvenidos a Eros y zozobras.






Comentarios

Entradas más visitadas