A Melpómene: sábado 8 de julio de 2023

Querida Melpómene:

    Falta una semana para que regresemos tú y yo. Estos últimos días están siendo agónicos ya, con esas dichosas correcciones que tengo que hacerte. Pero respiro, me tomo momentos para sentarme a contemplarte, a echar la vista atrás, un instante, y luego aprieto los dientes y sigo.

    Me detengo estos días más a menudo a contemplar Oxford en ciertos momentos. Los edificios clásicos, antiguos, de la ciudad universitaria, las calles amplias, las tiendas británicas, el tinte melancólico y vitalista que adquiere todo con la humedad fresca de la lluvia.

    Todo empieza a tener ese color, a ratos desvaído, de las cosas a las que les falta poco para convertirse en sueños.

    A veces siento una extraña paz contigo. Me siento terriblemente viva. Incluso si tú y yo no llegáramos al final del camino, me sentiré viva.

    Y podré vivir por las dos.

    Que nuestra senda siga, más allá de la neblina...

    Con cansancio, con esperanza,

 

    M.



 

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